Que la solidaridad no entiende de imposibles no solo es un eslogan ingenioso para vestir un acto, sino que en esta ocasión es una realidad. El pasado 27 de febrero celebramos en el Auditori de Barcelona el “2n concert de gospel notes solidàries per Badalona” al que asistieron más de 1.600 personas para escuchar al Cor de Gospel Sant Cugat y a Emmanuel Pi Djob. Pero los verdaderos protagonistas de la noche no fueron los artistas ni los organizadores, sino las dos entidades beneficiarias del concierto: la Fundació Ateneu Sant Roc y la Fundació Institut Guttmann. La primera es una entidad que promueve proyectos socioeducativos en el barrio de Sant Roc (Badalona), dirigidos a infancia, juventud y personas adultas, incidiendo especialmente en colectivos como madres jóvenes y mujeres inmigrantes. La segunda es un hospital especializado en el tratamiento médico-quirúrgico y en la rehabilitación integral de personas con lesiones medulares, daño cerebral adquirido o discapacidades de origen neurológico.
La primera edición que tuvo lugar en 2015 ya fue un éxito al llenar la Sala Pau Casals del Auditori y recaudar más de 30.000€. Sin embargo, en esta segunda edición no nos conformábamos con igualar a la anterior, sino que había que superarla. El reto a priori, parecía imposible, pero gracias a la solidaridad de las personas que volvieron a llenar el Auditori y a las más de 50 empresas que colaboraron en la organización o realizaron un donativo, volvimos a vivir una noche muy especial.
El acto se inició con la bienvenida de Salvador Pons, General Manager de Menarini, quien quiso poner en valor el trabajo de las dos entidades beneficiarias y dar las gracias a todos los asistentes. Seguidamente, se proyectaron 3 vídeos. El primero ilustró el camino que se había realizado desde la primera edición hasta la segunda y, los dos siguientes, permitieron conocer más a fondo el trabajo que realizan el Ateneu Sant Roc y el Institut Guttmann.
Las proyecciones dieron paso al concierto, donde el Cor de Gospel Sant Cugat tomó el protagonismo bajo la dirección de Erwyn Seerutton. Sonaron canciones clásicas del Gospel como “The Storm is passing over”, “I’m gonna keep on singing” o “The Preacher”. Pero el momento estelar de la noche llegó con la aparición en el escenario del finalista del programa “The voice” en Francia, Emmanuel Pi Djob. El artista camerunés puso a todo el Auditori en pie cantando y bailando como si de una misa gospel de Harlem se tratase. Sin duda, el mejor final para otra noche mágica de solidaridad.
Por último, desde este espacio queremos dar las gracias a todas las personas que llenaron el Auditori a pesar de la nevada y a las empresas que han demostrado su compromiso social y responsable. Ahora es el momento de coger fuerzas antes de volver a superar lo imposible en la tercera edición, porque estamos convencidos que, entre todos, lo volveremos a conseguir.